Piden 600.000 euros por el atropello de un caballo desbocado durante un encierro de San Antolín

El hombre arrollado quedó parapléjico y su familia demanda al jinete, al Ayuntamiento y a la empresa organizadora de los espectáculos taurinos.

másMedina.- El juzgado número dos de Medina del Campo acogió ayer la vista de los hechos ocurridos el 2 septiembre de 2007, durante el primer encierro de las fiestas patronales de San Antolín, cuando un caballo desbocado arroyó y dejó parapléjico, sin conciencia y sin habla a un anciano de 74 años.

Los familiares del damnificado pidieron una indemnización de 600.000 euros y la multa de 60 euros con responsabilidad penal al denunciado, el jinete A.D.S. Además solicitaron la indemnización de 300.506 euros a la agencia de seguros Iber Gralia S. A. S., mediadora en la contratación de los encierros de San Antolín entre el Ayuntamiento de Medina del Campo y la empresa adjudicataria de los festejos, Intertauro. Estas tres entidades, junto a la compañía de seguros del Consistorio de la villa, Mapfre, acudieron en su defensa tras ser denunciados como responsables civiles subsidiarios del suceso.

En el momento de los hechos, el propietario del caballo -que se encontraba a unos 500 metros de la posición del anciano- explicó que iba camino de la cuadra junto a varios compañeros de encierro y, supone el denunciado, el animal «pisó un alambre al estar junto a un vallado, me tiró al suelo y salió galopando» hasta que se topó con el hombre.

Los caballistas acudían a dejar sus enseres tras haber conducido los novillos hacia el «embudo», lugar al que los jinetes no tienen acceso al corresponder ya al casco urbano de Medina. A. D. S. fue entonces un caballista «especial» autorizado por el Ayuntamiento de Medina del Campo para portar una garrocha que le permite, de forma preferencial, acercarse al grupo de organizadores del encierro para conducir a la manada hacia las calles de la villa.

¡Ahí va caballo!

Los tres testigos presenciales de los hechos coincidieron en que ocurrió junto al antiguo edificio de Banesto, en torno a las diez y media de la mañana y que varios jinetes acudieron a gritos de «¡ahí va caballo!» para avisar a los espectadores que observaban a pie la entrada de los novillos. «Íbamos mi hermano y yo, cada uno en un caballo, y de repente la gente empezó a gritar, a correr y un caballo desbocado pasó entre los dos», relató uno de los testigos, quien aseguró que vio cómo al hombre «sólo le dio tiempo a girar la cabeza» antes de que el equino le tirara al suelo.

La hija y la esposa del anciano atropellado, que tienen «gran parte de la familia» en Medina y que residen en la localidad catalana de Manresa, comparecieron ayer. La primera de ellas aseguró que antes, el anciano gozaba de buena salud y ayudaba en las tareas domésticas. Por su parte la esposa del damnificado, Gonzalo Ramiro, aseguró que la vida le ha cambiado «radicalmente» desde el día de los hechos, ya que su marido se encuentra en una residencia de la localidad barcelonesa desde un mes después. Uno de los dos letrados aseguró que su estado es «muy grave», ya que además de su invalidez padece de «hidrocefalia, tiene secuelas en el hombro, agitación, vocifera» entre otros problemas médicos.

Los abogados de los denunciantes aseguraron que el Ayuntamiento medinense es «responsable civil subsidiario». También acusaron a Intertauro por «organizar el evento con las condiciones acordadas con el Ayuntamiento».