Juan Diego recogió el Roel de Honor de la 23 Semana de Cine de Medina del Campo

“Lo que define mi carrera es que me sigan llamando. Lo de los premios es un accidente, no te pertenece”, aseguró el actor.

másMedina.- Con más de treinta largometrajes a sus espaldas, desde 1970 Juan Diego no ha parado de trabajar. Cortometrajes, películas arriesgadas con directores noveles, es un actor que busca el personaje, que no sólo mira un presupuesto. Haciendo gala de su tierra natal, un simpático, agradable y gracioso Juan Diego comparecía ante los medios de comunicación en una rueda de prensa previa a la entrega del Roel de Honor que la 23 Semana de Cine le otorgaba el lunes a las 20 horas, informan los organizadores del certamen.

“Absolutamente exultante, encantado”. De esta manera el actor sevillano agradecía a Medina del Campo y a su festival el máximo galardón que le ha sido entregado, el Roel de Honor a toda una trayectoria profesional que, por supuesto, aún no ha terminado. “Lo importante es encontrar ciudades como Medina del Campo que hacen suyo el festival, es esencial para nuestro cine, el nacimiento de un cuerpo vivísimo, la niñez y adolescencia de un hecho cinematográfico. Porque es como la vida, el primer amor, el fracaso, la incertidumbre, las locuras… Esto es lo que le pasa a la gente cuando inicia su andadura cinematográfica”.

Con un tono muy cercano, el protagonista de más de una treintena de películas (Sevilla, 1942) confesaba “yo me quedo con el gran guión y con el personaje, que puede ser protagonista o secundario” y aclaraba que, como todo el mundo en su vida, uno se va haciendo, reafirmando, acaba siendo y termina deshaciendo. Es inevitable que uno cambie. La vida es nacer, vivir, ser y en ese terreno algo va cambiando”.  Dando una especial importancia al espectador, Juan Diego comentaba que “es imprescindible pensar que todo cuanto se hace para que los demás lo vean tiene que tener un respeto. Es necesario apostar por un público crítico e inteligente y trabajar firmemente, transcender la realidad”.

Con relación a los Goyas recibidos (tres a lo largo de su carrera), el sevillano bromeaba y aseguraba que “los premios son cosas que te han tocado, por dos bolitas de lotería. Lo que define mi carrera es que me sigan llamando y lo de los premios es un accidente. Es algo que no te pertenece” y manifestaba “me quedo con cualquier género. Primero quiero una historia y un personaje, me da igual el género porque me gustan todos”.

Mil y una anécdotas sobre su historia en ‘Los Santos Inocentes’ y de cómo Mario Camus le ofreció el papel que supuso una inflexión en la carrera de Juan Diego hicieron amena y distendida una charla en la que el propio actor preguntaba a los presentes. Un paseo por el Castillo de la Mota o la Capilla de San Juan de la Cruz, cuya historia tanto conocía gracias a la película ‘La noche oscura’, de Carlos Saura, y que “treinta y tantos años después he visto, me ha creado una emoción hermosa, ha sido todo un lujo. Después de leer a San Juan de la Cruz, es otra la manera de leer el verso, de la misma manera que después de leer a Shakespeare, es otra manera de leer el teatro”, aseguraba.

De proyectos futuros, Juan Diego (conocido en los últimos años por su papel de Don Lorenzo en la televisiva serie de ‘Los hombres de Paco’) aseveró que iba a “intentar hacer feliz a todos los que se acercaran al auditorio, en primer lugar” aunque, no dudó en afirmar sus proyectos; uno, el de llevar a la gran pantalla la historia del 23F y, otro, la de Allende (El último discurso de Allende en La Casa de La Moneda). Pero, ratificó, “mi gran proyecto ahora es leer, ir al cine, pasear con mi hijo… En definitiva, vivir la vida”.